Posted On 27 julio, 2018 By In Memoria, Nacional With 1379 Views

NA: “techo, tierra, trabajo” – III

image_pdfimage_print

Nepantla 9, 15 de marzo de 1980

Vivienda, por Ruth

III de VI partes

 CONDICIONES DE LA VIVIENDA POPULAR

México se encuentra en una aguda crisis habitacional que refleja la situación general prevaleciente en el país producida por la acumulación de riqueza en pocas manos y de miseria en muchas; mientras que millones de mexicanos carecen de vivienda, unas cuantas familias monopolizan casas, edificios, terrenos, departamentos. El contraste entre los miserables y los poseedores se manifiesta en las grandes ciudades donde se demuelen viejos edificios, construcciones antiguas y mal construidas que “afean” la ciudad; en donde antes vivían trabajadores humildes ahora se ven amplias avenidas abriendo el paso a la expansión comercial de la industria automotriz, edificios, tiendas de ropa para gente elegante o para aspirantes a pequeño burgueses. Se observa la amplitud de los espacios verdes que circundan las mansiones de la alta burguesía y la infinita repetición de la vivienda individual, de la propiedad pequeño burguesa que habita en fraccionamientos y colonias no populosas en las urbanizaciones especulativas, donde resalta la imagen proveniente de los E.U. del “Hogar dulce hogar” o “sweet home” con sus pequeños jardines y fachadas a la yanqui: esta clase de asentamientos resultan también en los subcentros o ciudades satélites, donde se establecen las actividades que originalmente ocupaban el primer cuadro, o donde surgen también nuevos comercios y centros de trabajo. Se lleva a cabo el “embellecimiento de la ciudad y sus alrededores” para el turismo burgués, empleando un gasto enorme de materiales que podrían resolver el problema de muchas familias, pero en su lugar se levantan bardas y arcos para tapar lo que atrás de ellas se esconde: vecindades, cuartuchos insalubres; ejemplo típico es el pueblo de Chimalhuacán en el Valle de México; o la disposición siempre oportuna del gobierno para asesorar técnicamente a los propietarios que construyen sus casas coloniales en provincias turísticas.

Estas son algunas de las formas representativas de la configuración que toma para sí la construcción y el hábitat en las grandes ciudades. El otro aspecto es el de las “casas cueva”, “cartolandias”, “viviendas furgones”, vecindades; y de los panteones, basureros, aeropuertos, fábricas, que en una época estaban en las afueras de las ciudades y que hoy están rodeados por casas proletarias de cargadores y pepenadores, formando parte de los cinturones de miseria. Con frecuencia se escucha o se lee que los pobres buscan siempre para vivir las afueras de las ciudades; pero ellos no lo han escogido así, son desplazados del centro y arrojados a la periferia. Aunque existen todavía algunas casas coloniales antiguas en zonas céntricas que funcionan como casas de vecindad, cuyos alquileres deben ser muy bajos o casas de rentas congeladas donde los alquileres no pueden pasar de un máximo, éstas no tardarán en desaparecer porque en las grandes ciudades los terrenos de las zonas céntricas adquieren valores elevados; los viejos edificios, las vecindades y barrios pobres disminuyen el valor de los terrenos sobre los que están edificados, no corresponden ya a las nuevas condiciones, por lo que son derribados o terminan por caer encima de los inquilinos; en su lugar se construyen despachos, comercios, bancos, cines, etc., construcciones que traen enormes ganancias a unos pocos. El Estado como defensor de los intereses de la burguesía pugna “por la derogación de la ley de Rentas Congeladas que data de 1948”, pronunciamiento que hicieron los diputados priistas el 6 de diciembre del año pasado. Otro ejemplo es el Plan Tepito que ilustra la forma cómo los habitantes son arrojados de su antiguo  barrio ubicado en el centro de la ciudad, bajo el disfraz de “remozamiento” o construcción de departamentos más “decentes”, que no son destinados a vendedores ambulantes, por ejemplo, sino que se edifican para trabajadores con ingresos muy superiores a los de aquéllos. Estos programas de “auxilio” y “regeneración” se transforman en daños y dificultades para las familias pobres, pues tienen como mira la utilización del suelo para generar jugosas ganancias a especuladores.

EL OTRO SEMBLANTE…….

SERVICIOS

Es alto el índice de mortalidad (infantil) causada por enfermedades gastrointestinales y de las vías respiratorias, sobre todo en provincia, debidas a las condiciones antihigiénicas en que habitan los niños desnudos de los charcos, lodazales, basureros; niños descalzos que se confunden con la numerosa población canina. Las madres pobres mexicanas saben lo costosa que resulta la limpieza, casi inaccesible; si trata de conservarla, será entonces el hambre su principal congoja. Ella y su familia ocupan terrenos marginales que hacen surgir ciudades perdidas y colonias que carecen de drenaje, alumbrado público, vigilancia y agua, que compran a los carros que pasan vendiéndola; o si viven en cuevas que han quedado al extraer arena para la construcción tienen que acarrearla hasta 200 metros que es donde se encuentra la “vivienda”; si desean servicios tendrían que pagar rentas que están fuera de sus posibilidades económicas.  Sin embargo, en industrias comercios y zonas residenciales resulta imposible encontrar carencia de servicios porque vivimos en un régimen donde primeramente se atienden las necesidades de la burguesía, y después las deficiencias e insuficiencias que sufren los miserables.  En el sur de nuestro país, la magia del agua aparece en todo momento, sin embargo, es ahí donde más se padece la carencia de ella. A la población se le deja de suministrar agua o luz a determinadas horas del día, que según voceros del gobierno es con el objeto de “crear conciencia” a las masas, para que no la “desperdicien”. Pero la realidad es que la burguesía no permitirá nunca que la producción y la plusvalía se paralicen por la carencia de estos básicos servicios (“usted es nuestro foco de atención”). Con las inundaciones ocurridas en Tijuana, periódicas –según reconoció el gobernador de Baja California, Bob de la Madrid-, se demuestra el escaso interés de las autoridades por resolver el problema de los servicios de drenaje y de construir los bordos de contención para evitar el diluvio.

 

Continuará…

 

 

 

image_pdfimage_print

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.