“¡¡¡ Xavier, chssss…, despierta….!!!”

Las actividades del Bicentenario se iniciaron desde abril del año 2014, que fue la visita del director de la Casa de todas y todos al País Vasco y visita Otano, donde nació Xavier Mina.

Posteriormente en agosto de 2015, compañeros del país Vasco, trajeron a la Casa de todas y todos tierra del lugar donde nació, misma que se encuentra en la casa de todas y todos en Apodaca, N.L.

Desde entonces, las actividades entre ambos pueblos fueron encontrándose, entrelazando historias, tejiendo recuerdos, rememorando hazañas del siglo XVIII, rescatando el internacionalismo que Xavier Mina inició en su juventud hace 200 años.

Es una relación respetuosa, fraterna, de 2 pueblos que tienen sus propios sufrimientos, sus victorias y sin duda alguna sus luchas y recuerdos dolorosos donde la historia, sin duda alguna, ocupa lugar importante en sus haberes, el rescate de la historia, tarea compartida como elemento que alimenta la verdad, la memoria histórica de los pueblos que desde antaño luchan por su libertad.

Al acercarse el Bicentenario del fusilamiento de Mina, se buscó a gente conocedora tanto de Xavier Mina como de Fray Servando (oriundo de tierras Regias), y los historiadores de un país y otro, ayudaron en ese “¡¡¡ Xavier, chssss…, despierta….!!!”

En ese camino se acercó, sin duda alguna, Don Manuel Ortuño, el mejor cronista de Mina del siglo XXI, y a decir de los compañeros que lo conocieron:

“… él estaba participando con verdadero interés y emoción en el Comité de Otano para celebrar por primera vez en Navarra y México unidos, el merecido homenaje a Xavier Mina, en el marco del Bicentenario de su ejecución”…. y para el 6 de abril de éste 2017, fallece y nos deja “… una valiosa obra dedicada a nuestro héroe, la pasión por el personaje histórico libertador, y la dedicación constante de buena parte de su vida y esfuerzos para rescatar su figura histórica, que hoy sigue siendo referente de la causa de la libertad, emancipación e independencia de pueblos e individuos”

Los compañeros del Comité de Otano comentaron su decisión de colocar un “monolito” en Otano, razón por la cual en la Casa de todas y todos pensamos elaborar una placa de cerámica, tradicional de la artesanía del Centro de nuestro país, tierras consideradas “Cuna de la independencia”, con una leyenda en Nahuatl. Se elaboró el diseño y haciendo malabarismos para poder transportarlo de un continente a otro, al igual que “en sentido contrario” hicieran Mina y Fray Servando para traer una imprenta para imprimir sus proclamas. El 1º de julio fecha en que Xavier Mina cumplirá 228 años, se hará entrega del mismo al Comité de Otano para que decida el lugar donde vaya a colocarlo.

Así…. A partir del “Xavier, Chssst…. Despierta! Llegamos este 29 de junio hasta el Palacio del Condestable en Iruña, para dar inicio de manera oficial a las Jornadas por el Bicentenario. Así, Mina y sus hazañas, en voz de historiadores llegarán hasta Monterrey y luego al propio Castillo de Chapultepec en la ciudad de México en Octubre, para llegar al 11 de noviembre, a 200 años de su fusilamiento, a erguirse nuevamente en el lugar donde nació: Otano para continuar con su proclama de ¡Salud! y ¡Libertad! Animándonos a los pueblos de ambos continentes, a rescatar la historia para no quede en el olvido, para seguir adelante, para no claudicar.

Primer actividad de las Jornadas Xavier Mina y Fray Servando Teresa de Mier: “Presentación Bicentenario”.

El día de hoy se celebró en el Palacio del Condestable, Iruña, Navarra, un encuentro en el que participaron Tomás Urzainquini Mina, Fernando Yáñez, Kepa Larrea y Kuan Felux Isturitz.

Tomás dijo que “Mina nunca fue un militar español, ni tampoco fue seminarista, cosa que se ha dicho desde una derecha españolista. Fue un luchador que surgió del pueblo rebelde contra el absolutismo y la tiranía. Y lo definió como un revolucionario internacionalista. Ha hablado de que se educó en Iruñea, que parte de sus compañeros le acompañaron en la lucha contra el absolutismo de Fernando VII, que se rebelaron contra el pago de pechas y diezmos. Que en definitiva era una lucha popular desde la base. Como cuando lo encarcelaron en París coincidió con militares, estrategas, políticos e intelectuales que luchaban contra Napoleón Bonaparte. Ahí aprendió de política y de estrategias que luego aplicaría en su nueva patria. Como trataron de comprarlo los españoles y se mantuvo firme en sus convicciones e integridad”.

A continuación, les compartimos las palabras que el compañero Fernando Yáñez Muñoz, Director de La Casa de Todas y Todos, y a nombre de ésta, leyó en el encuentro.

SALUDOS A TODAS Y A TODOS, Y GRACIAS POR SU PRESENCIA

Es un honor llegar ante ustedes en representación de la Casa de todas y todos de Apodaca, Nuevo León, México.
Conocedores de la historia, que nos hermana, hace ya 200 años Xavier Mina, el mozo, el Corzo terrestre de Navarra arribó a costas mexicanas junto con Fray Servando, mexicano, hombre de letras y 300 combatientes que el prestigio de Xavier Mina convocó a luchar hasta liberar de las cadenas a América española irredenta. Llevaron a México, junto con las armas, una imprenta, que aun conservamos como homenaje a ellos en el Museo del Obispado en Monterrey, México, tierra natal de Fray Servando, quien predicó con el ejemplo, y nos dijo la importancia de las letras y de las armas:

Siendo, pues, ansí que las armas requieren espíritu, como las letras…
Dicen las letras que sin ellas no se podrían sustentar las armas, porque la guerra tiene también sus leyes y está sujeta a ellas y que las leyes caen debajo de lo que son letras y letrados…
A esto responden las armas, que las leyes no se podrían sustentar sin ellas, porque con las armas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades.
Fray Servando, Memorias, prólogo de Alfonso Reyes, Editorial América, Madrid 1917

Fue sumamente importante la presencia de Mina en esos momentos en México pues dio nueva vida a la flama de la independencia con sus frescos y valientes vientos de libertad que nos llegan hasta hoy, para hermanarnos 200 años después en este modesto pero justo homenaje en la tierra que vio nacer a nuestro héroe.

Vengo a entregar, una placa cerámica con textos en castellano y náhuatl para ser colocada aquí en Otano, Navarra. Allá en México tenemos también en un sitio especial de la Casa de todas y todos, algunos puños de tierra de Otano, tomados del patio de la casa donde nació Xavier Mina, la entrega la haré el día 1 de julio, fecha del nacimiento de Mina, nuestro héroe Navarro.

Con este acto, reforzaremos la amistad de nuestros pueblos, iniciada por Mina y Fray Servando, que es lo que ellos, con sus actos, nos enseñaron, Tengan la seguridad de que no los defraudaremos. Tuvimos buenos maestros.

SALUD Y LIBERTAD
¡Gora Mina!

Mina y Fray Servando

En México coexiste un crisol de culturas, somos en primer lugar nativos de América, también llamados indígenas con su cultura milenaria, luego mestizos hispanoamericanos, por más de 500 años, también afroamericanos y mulatos esclavos, y por último, asiático americanos migrantes, y estamos orgullosos de serlo, pues incorporamos sus culturas, a muchas de nuestras costumbres nativas enriqueciéndolas.

Lograrlo no ha sido fácil, sometidos a una férrea conquista militar colonial por 300 años, hubo que luchar mucho para hacerlo en libertad. Voy a referirme en esta apretada síntesis a dos personajes que juntos lucharon por nuestra independencia, hace ya 200 años, Fray Servando, criollo, o sea hijo de españoles pero nacido en América y Xavier Mina, Navarro, que no concebían la esclavitud ni el vasallaje de ningún ser humano, a otro.

Fray Servando Teresa de Mier, nativo de Monterrey en la denominada Nueva España, tenía 27 años en 1794, cuando por su carácter rebelde fue llamado a cuentas por las autoridades religiosas virreinales, por predicar puntos de vista no convenientes a la conquista española. Fue juzgado y condenado al destierro por 10 años a la prisión de las Caldas cerca de Santander de donde se fugó, iniciando así un largo peregrinar de cárcel en cárcel y fugas, y más fugas, incluida la del año 1809 de manos de los franceses que lo habían hecho prisionero en Belchite por ser cura castrense y capellán del batallón de voluntarios de Valencia. Ahí, en la guerra de independencia de España del dominio napoleónico, se dio el primer acercamiento en las vidas del joven militar Navarro Xavier Mina,( que combatió en ese frente a los franceses) y aquel fraile mexicano que después abjuró a ser novohispano cuando en 1810 se inició un fuerte movimiento de independencia, sentimiento acumulado y reprimido por 300 años de injusta vida colonial: un movimiento que Fray Servando no dudó en abrazar.

Transcurrieron 21 años de destierro para Fray Servando cuando llegó a México en 1817, en compañía del joven corzo terrestre de Navarra Xavier Mina, para incorporarse como Capellán e ideólogo reconocido por sus escritos en diversos libros, realizados en Londres, sobre la lucha de independencia de las provincias españolas en América.
Las Armas y las letras se fundieron para una misma causa, la independencia de las colonias españolas en América, como un inicio para debilitar al tirano peninsular al quitarle los recursos que obtenía de sus posesiones coloniales. En 1817 Mina, y 300 combatientes reclutados por él, más una Imprenta y su operador un norteamericano que permaneció en México independiente por muchos años, y un ideólogo capellán mexicano, el desterrado Fray Servando, llegaron a México, para incorporarse a las órdenes de la insurgencia que cumplía ya 7 años de combates cruentos y sufrimientos sin límites de la población civil.

Xavier Mina, el Guerrillero, El Corzo terrestre de Navarra, El Mozo, no era un militar improvisado. Nacido en Otano, Navarra, un día 1 de Julio, tenía 19 años cuando abandonó sus estudio para incorporarse a las tropas para expulsar de su patria, a las tropas invasoras francesas, dotado de un genio militar pocas veces visto, inició con una docena de combatientes sus actividades guerrilleras, pronto dadas sus victorias, fueron incorporándose a sus filas más y más que supo conducir, uniformar y armar, sin duda un vencedor, sin embargo, en una acción defensiva de sus tropas, y para romper un cerco militar, cae herido y hecho prisionero, en vez de ser fusilado como eran las ordenes de Napoleón para acabar con los guerrilleros, es llevado a Paris para ser recluido en la cárcel de Vincennes donde estuvo preso. Ahí entró en contacto con militares anti monárquicos que lo instruyeron en las teorías, estrategias y tácticas militares de la época. Para él la cárcel sirvió como una escuela de preparación teórica, política y militar que no abandonaría nunca más, y aplicó íntegros sus conocimientos en su regreso a España y después en México.

 

Su actuar político y militar en México fue un auténtico viento de libertad, la causa de la independencia pasaba por un mal momento, los insurgentes ya no contaban con el gran Morelos, Mina y Fray Servando tenían planeado incorporarse a sus órdenes, pero ellos no desistieron en su empeño por venir a luchar en México. Después de 2 años de preparativos, y de sufrir percances naturales al cruzar el mar, que incluyó entrevistarse con Simón Bolívar en Haití, y luego de ser espiados y saboteados por emisarios del imperio español desembarcaron el Soto la Marina, en una ensenada y puerto natural, pero lejos aún de centro del país, que era donde actuaban las tropas insurgentes en la zona del Bajío, a las cuales debía contactar. Así lo hicieron: Fray Servando fue hecho prisionero en un pequeño fuerte que habían construido en Soto la Marina cuando Mina partió al Bajío.

A partir de ese momento, la actividad de Mina, no se detuvo, luchó hasta caer prisionero, sus acompañantes fueron ejecutados y sus cabezas paseadas por los pueblos ensartadas en lanzas. Él fue juzgado como traidor al Rey y fusilado del 11 de noviembre de 1817.

Mina y sus combatientes no han muerto, viven en el corazón de todos los Mexicanos.

Fray Servando, fue hecho prisionero y permaneció en las cárceles de la inquisición por 5 años más, permaneció preso aun cuando ya se había firmado la independencia, lo enviaron a la Habana de donde escapó, llegó a Estados Unidos y luego viajó a México para luchar por una constitución republicana contra el imperio mexicano que quiso implantarse.

Mina nunca rehuyó el combate, por lo contrario, obligó al enemigo a buscarlo y combatirlo siempre en desventaja numérica. Para los mexicanos su empeño y su ejemplo llega hasta nuestros días, nunca olvidamos a quienes luchan por ese México, lindo y querido que entonamos en nuestros corazones.

En el caso de Mina, nuestro héroe, sus restos mortales descansan en el monumento a la independencia, en el centro de la capital mexicana, junto a otros compañeros de armas que lo acompañaron para darnos Patria y Libertad, solo nos resta repetir, su rúbrica:

¡Salud y libertad!

Osasuna eta askatasuna

¡Gora Mina!, ¡Gora Navarra!, ¡Viva México!

¡Vivir por la Patria! o ¡Morir por la Libertad!

Palacio del Condestable, Iruña, Navarra, junio 29, 2017