Europa ante su espejo, tragedia en tres actos (parte II)

Corresponsalía del Colectivo paz, pan y tierra, Bakea ogia eta lurra taldea.
(continuación…)


Acto II – Tintín en el país del oro negro.

Si hubiera que buscar una imagen emblemática que resumiera esta guerra de despojo, lo más parecido sería una nube de buitres que aterrizan y se pelean por la carroña envuelta en pesado alquitrán. El despojo que queda es la osamenta de los estados nación del Próximo Oriente, después de que los aviones de las grandes potencias hayan lanzado miles de bombas para repartirse el oro negro, el auténtico botín.

Desde que estalló la guerra en Ucrania y Siria – que marcará un punto de inflexión con la entrada de Rusia en el conflicto bélico regional, desplazando en parte el monopolio bélico de EEUU y sus aliados-  el mapa de Europa quedó rodeado por zonas inestables y en guerra, desde el próximo Oriente hasta el norte de África. La Primavera árabe parece que no fue tal, vistos los resultados: países con Estados muy debilitados, desarticulados territorialmente y sumidos en la violencia, El ISIS controlando parte de Libia, la parte petrolera por supuesto, o atentando en Túnez contra intereses turísticos, golpe de estado militar en Egipto, Boko Haram interviniendo con extrema crueldad en el SAHEL…

pb-121130-aleppo-night-ps1.photoblog900En Siria, no obstante, el intento de “Revolución naranja” se fue al traste. Así que la llamada “oposición” al régimen de Bashar al Asad fue en una segunda etapa financiada y armada por las monarquías árabes que tanto deben en su origen y actuar antidemocrático a la Gran Bretaña: Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes. Especial protagonismo dentro de la oposición armada entrenada en campos de Jordania y otros países, cobran el Estado Islámico y el Frente Al Nusra de Al Qaeda. Estados Unidos y su aliado el Estado sionista, a través de la CIA y el MOSAD manejan los hilos de estos grupos insurgentes directa o indirectamente desde hace décadas en la región, financiándolos, armándolos y entrenándolos. El gran negocio de la droga suministrada a los combatientes tampoco les es ajeno desde hace décadas. En Afganistán fue el opio hoy es el captagón, millones de pastillas viajando libremente por las fronteras de Turquía o Arabia Saudita.

La otra guerra, la económica, la de los precios del petróleo que están en caída libre, parece tener su origen en la maniobra de los monarcas árabes para eliminar el incómodo rival del petróleo no convencional, mayoritariamente estadounidense, que mediante la técnica del fracking pretende inundar los mercados internacionales.

Cuando termine esta guerra, probablemente no será posible volver a las fronteras actuales de países que surgieron del proceso de descolonización. Mientras los kurdos se aprestan a conseguir un estado propio, al menos con la práctica de su autonomía, Turquía sueña con revivir el poderío del imperio turco en la región, y necesita el control de las regiones petroleras del norte de Irak y Siria. El Estado Islámico hace eficientemente ese trabajo para el capo Erdogan, mediante caravanas kilométricas de camiones cisterna que transportan el preciado líquido a Turquía.

Pero surgen muchas preguntas. Turquía ha favorecido el paso del petróleo robado y muy barato hacia…. ¿dónde? ¿quién compra ese petróleo fantasma? Países europeos, Israel y empresas estadounidenses… ¿qué bancos blanquean el dinero negro del petróleo y de la droga? Se echa en falta el periodismo de investigación independiente.

Mientras unos ganan otros pierden. Desde Turquía se ha dirigido hacia Europa la inmensa ola de refugiados que huyen de la guerra y del fanatismo. Este país ha permitido el paso en sentido contrario de yihadistas europeos hacia las zonas de conflicto, y ha aprovechado la confusión y ocasión para atacar a los kurdos o establecer tropas en el norte de Irak. Este miembro de la OTAN es cómplice directo del EI, y por tanto de los atentados de París. No creemos que la OTAN sea ajena a esta realidad, ni siquiera Francia.

También el régimen teocrático de Arabia Saudita, que en la geopolítica regional sueña con la gran Arabia de húmedos espejismos petroleros estorbados por los chiitas iraníes, apoya al ISIS material y espiritualmente, ya que la clerigaya fanatizada del califato ha sido formada en mezquitas de la facción salafista. Últimamente Arabia lidera una gran coalición de 35 países musulmanes contra el ISIS, con la intención de descartar sospechas sobre su actuar, pero la duda sigue siendo a quien bombardeará realmente, después de destruir Yemen.

Los resultados de la actuación militar del Imperio en toda la región han sido terribles, pues no ha contemplado en ningún momento la reconstrucción de los países devastados mediante la enclenque ayuda al desarrollo o el apoyo a la consolidación de Estados mínimamente democráticos. Al contrario, una vez arrasada la zona, comienza el despojo mediante contratos con empresas de los países que se reparten las ganancias. A cada guerra de nueva generación, las grandes empresas de armamento, las de reconstrucción, las de seguridad, suben sus beneficios en la bolsa a niveles estratosféricos.

Por supuesto que Europa no ha sido ajena a la generación de tal inestabilidad: ha participado del expolio de recursos estratégicos que lucran a grandes multinacionales energéticas y de venta de armamento fundamentalmente. No obstante, la Unión Europea no ha actuado con una política común, ni ha habido una intervención unitaria a través de la OTAN. Lo que ha primado ha sido la carrera por la carroña. Mientras Alemania se ha dedicado a saquear la periferia europea mediterránea vía mecanismo de la deuda externa, Francia, que mantiene su política neocolonial en África por el control de recursos mineros y fuentes de energía, interviene con sus tropas especiales en Mali, República Centroafricana, Chad, Niger, Costa de Marfil, Libia… y en Líbano y Siria, antiguos protectorados.

Acto III – Definición de Mafia

¿Pero qué tipo de guerra es la del Estado Islámico y cuál es su proyecto?

Definición de mafia: organización clandestina de criminales que intenta conseguir el monopolio de sus actividades delictivas en una zona.

El Estado Islámico nació en el norte de Irak como escisión de Al Qaeda, precisamente en una región que Estados Unidos marcó como zona de exclusión aérea en la guerra del Golfo, rica en petróleo y bajo su control. Ahora el Califato controla extensas zonas en el norte de Irak y este de Siria con campos petrolíferos que explota, vendiendo el crudo a “sus enemigos infieles”.

El interés geoestratégico de Siria es grande para todos los contendientes, es la vía más rápida para sacar el petróleo por mar, ya que tiene costa en el Mediterráneo, al igual que el Líbano, también desestabilizado. Increíblemente Israel no sufre ataques de importancia por parte de un Califato que reivindica el lejano Al Ándalus y sin embargo parece olvidarse de lo cerca que tiene Jerusalén, ciudad sagrada para el Islam. El dirigente del Estado Islámico, el califa Abu Bakr al Bagdadi al Quraishi al Husaini, ha enmendado hace poco semejante error, amenazando a Israel con un ataque que, dice, partirá de Palestina. Sorprende así mismo la facilidad con que el ISIS utiliza las redes cibernéticas sin ser localizados por el Gran Hermano que todo lo monitoriza.

August 31, 2012 - Aleppo, Syria: Syrian refugee women await in a covered parking area as they take temporary shelter at the Azaz border check point settled by FSA for those who flee from army shelling in the northern villages of Aleppo province. Due the flowing of thousands of Syrian refugees who have crossed into Turkey fleeing from aircraft bombing, the Turkish government have closed the border leaving dozens of hundreds of families stuck along the border areas, mostly of them children and women. (Narciso Contreras/Polaris) ///

El Estado Islámico impone en las zonas que controla una rudimentaria administración, pero realmente no se comporta como un Estado, sino como un poder mafioso que extorsiona, mata, tortura, viola para aterrorizar a una población pobre a la que además cobra impuestos. Este totalitarismo repugnante, xenófobo, que predica odio y que no respeta al diferente, que siembra el miedo, que coacciona y controla a la población, utiliza la Yihad y el disfraz religioso, aberrante, como propaganda de un califato que destruye los estados nación y sus identidades nacionales. Los crímenes de lesa humanidad son filmados y utilizados como propaganda que busca generar terror e islamofobia. Hay jóvenes musulmanes europeos que habitan en periferias urbanas, víctimas generación tras generación de la falta de integración y de la marginación en países capitalistas occidentales, que han visto en el Estado Islámico la promesa de un nuevo paraíso más digno, y han engrosado las filas de esta maquinaria de muerte.

Finalmente el último gran actor de esta guerra a las puertas de Europa es Rusia, que crece en prestigio y simpatías por la determinación y contundencia de sus ataques, y porque su objetivo es ayudar al presidente de Siria, que representa ahora mismo al viejo estado nacional garante del orden frente a la barbarie. Digamos que siendo un gobierno autoritario se ha convertido en el menos malo, no peor en todo caso que los mafiosos monarcas petroleros. Después del atentado al avión ruso, nadie va a cuestionar su intervención en Siria, mientras que la diplomacia de Obama pierde terreno. Putin, hasta hace bien poco despreciado por su intervención directa en Ucrania, ordena lanzar bombas con la inscripción “por París, por los nuestros”.

Los servicios de inteligencia rusos administran cuando conviene información embarazosa para las potencias occidentales, que a duras penas puede ser silenciada: helicópteros estadounidenses cubriendo la retirada de columnas yihadistas, camiones cisterna en filas kilométricas dirigiéndose a Turquía cargados de petróleo, la familia de Erdogán involucrada en el lucrativo negocio, tropas turcas ocupando el norte de Irak, EEUU evacuando a dirigentes del EI ante el avance del ejército irakí… La tensión entre Rusia y Turquía acrecienta la inestabilidad regional, una chispa que hará estallar el polvorín oriental pero que Rusia no abandonará, porque este enorme país tiene intereses geoestratégicos en Europa, Asia Central y el Pacífico, y eso preocupa a EEUU.

A diferencia del periodo de la Guerra Fría, en que los actores principales no se involucraban directamente en los conflictos, salvo excepciones como Vietnam o Afganistán, hemos pasado a una etapa en la que no bastan las guerras asimétricas ni las operaciones de cuerpos especiales contra el terrorismo. El complicado puzzle del Próximo Oriente obliga a actuar a todos sobre el terreno y fuera de él, los que centran su interés en la región y los que tiene bases militares por todo el mundo.

La tragedia ni siquiera llega a su fin al bajarse el telón de esta tragedia. Sin embargo no tenemos duda de que la humanidad se impondrá frente a la barbarie de la guerra y la violencia de las mafias. De nosotros depende salir de la realidad deformante de los espejos del callejón del Gato.

Fotografías del mexicano Narciso Contreras, sin su autorización.